jueves, 15 de agosto de 2013

Luna



Anoche buscando una lágrima de fuego descubrí al fondo a la derecha un trocito de luna. Deje de mirar a esas lágrimas que traían solo paciencia y me dediqué a recordar las veces que la luna me había hecho rey de la noche. 

Aquella noche en las almenas del castillo, con mi amada, que hacia realidad nuestros sueños de futuro o el día que la música distorsionaba mis ideas y volvía más loca mi vida.  La vez que confundimos esa belleza con un ovni, el miedo que daba con los aullidos del lobo. Tumbado en el campamento del mes de julio sobre la pinocha, contando las estrellas del firmamento, para ver si el sueño llegaba. Cuando los párpados se caen solos por más que tu responsabilidad no les dejes.

Misterio de luna, que cuento sus lunares hasta donde me deja su cara y misterio a esa cara oculta que deja a la imaginación descubrir una nueva luna. Y cuando las buscas sin parar en las veladas de mar, murmurando en tu oreja frases de amor, y no la ves.

Luna grande, luna ciega, que no miras y te miramos, que nos ves y no te vemos. Todos los meses vuelves y todos los días te vas, sin dejar a tu marido el Sol, que te toque ni un segundo. 

Tu siempre estas

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