jueves, 30 de octubre de 2014

Dejarme vivir



Uff. Que calor hace. Un poquito de lluvia o de agua fresca no me vendría mal. Pero mejor cuando el sol ya no me dé de cara. Así no me quemarán esas gotas que hacen de cristales de aumento. Queman y me destrozan mis vestidos verdes y mis sobreros amarillos. La verdad es que es el color que mejor me sienta, otras van de rojo, de rosa, y hasta de negras he visto por ahí, tan presumidas ellas. Son más exclusivas. Conozco a una persona que le encantan los sombreros negros y se las llevan.
A mí me encanta este amarillo, me suena a luz, a oro, a brillo. Dicen que este color es el de la alegría, de la sonrisa. Y para presumir más todavía algunos dicen que este color es de sabios, de inteligentes y de genio. Yo no llego a tanto, pero sí que disfruto cuando me miran y se admiran. Me baja por mi cuerpo, en los días de primavera, unos olores deliciosos. Una fragancia que varía con la cantidad de luz que me da, con el viento que me arrulla, con el sentido que se acercan.
Hay quien me canta, hay quien me pone música, pero sobre todo lo que más agradezco es el amor con el que me miman. Entonces sí que estoy feliz y se me nota, me abro entera, y lleno de luz y olor a todo lo  que me rodea. Con que poco cariño devuelvo tanto. Dejarme que termine mi vida donde nazco, daré mucho más que si me cortáis para unas horas.

Soy un ser que vive y siente, y que quiere como el que más. Soy una rosa amarilla que solo quiere hacer felices a todos.

martes, 28 de octubre de 2014

Cuba




Todo empieza con la ilusión de un recuerdo. Las historias de su abuelo en aquellas batallas lejanas de Cuba. Como un chaval en plena juventud llena de locura y pasión pudo conseguir meterse en aquel cuartel y cruzar un charco demasiado grande para alguien de los adentros de la España más manchega. Cascos de paja que más parecían de cosechador de mies. Trajes de rayas, que de pijamas podían valer y armamento para cazar liebres y codornices.
Les contaba las historias como si de anécdotas fueran. Y ahora se daba cuenta de la crudeza de aquellas vivencias, a la ya larga distancia con la patria, había de añadir la crudeza del sitio, a la falta de alimentos por las inclemencia, al bloqueo y asedio, a las enfermedades que diezmaron la población de unos bandos agresores y agredidos. Precariedad contra las inmensas fuerzas de EEUU Al volar el Maine. Hecho que vivió con sus propios ojos, demostrando que su voladura fue interior.
Algo le hacía querer ver aquellas cosas con sus propios ojos. Su abuelo, su amado abuelo fue el último en salir de aquella maldita isla a la que nunca debió ir. Los años pasan, los momentos también, las personas cambian y los sentimientos se aplacan. El rencor se dulcifica, el tiempo restaña, y la vida se adapta. Pero vivir los pasos de su abuelo, oler los sitios donde comió y durmió. Ver el océano hacia su Mancha querida. Y no desde la desesperanza de saber si volverá, como recordaba su abuela. Y si más vivo que en una caja. O solo la carta del general con la noticia de su entierro. Tenía que ir, vivir, sentir.
Y así lo hizo. Buscó la forma más parecida en la que su abuelo se marchó y salió para Cuba, en un buque mercante andrajoso, destartalado, cargado de ropa usada, más vieja que antigua, en fardos atados. Quería revivir una experiencia. Entender porque alguna palabra como ultramarinos significaba lo que traían de ultra mar, de aquello sitios descubiertos por Colon. Porque de los salazones, de las conservas, de los tiempos muertos de nubes y calmas chichas. Pisar la tierra de la playa, las calles, los escombros de los cuarteles, el puerto, sus tabacos, su gente, porque queríamos estar ahí, cuando en España se estaba ya bien, las ambiciones de tierras y personas, dominar más de lo que se puede,

Y salió.

¡Ahí te quedas!



Descuélgate por los cristales de mis lágrimas
Y mira la mentira de mis verdades
No creas mis engaños
Vivirás en mis calores
Que se volverán hielos
En cuanto salgas de mis amores
Sentirás tus penas
Y no volverás a tus risas
Entenderás mis lágrimas
Y vivirás tus miserias

¡Ahí te quedas!

El Ganso y la Jibia



La sombra del árbol era lo único que le dejaba ver en aquel nuevo trozo de vegetal. Escribiendo las hazañas del gran faraón, Escriba de las guerras que su señor ganaba contra esos pueblos bárbaros que sin cultura intentaban adueñarse de las migajas de sus tierras. Y él, el gran faraón, ni podía consentir ningún tipo de injerencia en sus dominios, cada día más grandes y prósperos, donde el saber, el conocimiento se engrandecían a pasos agigantados, tantos como los pueblos que conquistaba. Se afanaba en describir con aquel nuevo sistema que era el papiro. Se acabó el esculpir la piedra para dejar constancia de los hechos grandiosos. La naturaleza ahora brindaba una nueva forma de contar las aventuras, peripecias y odiseas. Este escriba dejó el cincel y la piedra para utilizar al ganso y la jibia para trasmitir la historia. 

domingo, 26 de octubre de 2014

Escucha



Hoy no tengo más palabras que las que salen de mis instintos más básicos
Aquellas que solo oyes en las noches de lujuria
Descuartizan amores y cubren pasiones.
Indignas para ti y deseadas de animales
Te hacen subir a los infiernos y salir de los cielos.
Rojas de brasas que anidan en el ardor de tu cuerpo.
Desnuda tu piel y libera sudores, calores íntimos que huelen a deseos.
Escupe tus lagartos y traga mis venablos.
Deja de hablar y empieza a romper cordones morales.
Vuela, sube, baja, monta  disfruta de este carrusel que el frenesí te rebosa.
Corta es la noche para perderla en amores.
No pares hasta que oigas mi beso en tu oreja, mi aliento en tu boca y mi amor en tu alma.

Corre y escucha, vibra y siente. Todo llega y el gozo más.  

viernes, 17 de octubre de 2014

Inagua


INAGUA
Al igual que una palmera llora sus frutos recostada a lo largo de la arena, tus lágrimas fluyen de igual forma regando cada grano de guijo de tu vida. La dureza no deja caer más de las que su vida necesita. No afloran todas. Se endurecen hasta que maduran fortaleciéndose a su vez.
Tu solidez esta en cumplir las promesas sean las que sean, por más duras y difíciles que te obliguen. Tu palabra de quedar en esa isla hasta que vuelva la nao a recogerte con las adversidades que vas a vivir. Pasar de náufrago a colono, de solitario a sociable con tu entorno. A descubrir en la naturaleza a tu aliado. A ver que la soledad impuesta por aquella decisión, ahora es asumida con resolución. Aprovechas todas tus capacidades antes inciertas, y ni siquiera adivinadas descubriéndote interiormente. Esa aventura de soledad, mil veces repetida en la literatura, te hace ver el carácter fuerte que siempre llevaste dentro.
Dijo el contramaestre que volvería a por ti aunque tardara un año. Pero si ni siquiera sabes contar. Pasarán decenas de días que nunca serán suficientes. Pensarás hasta la exasperación en élla. Verás su cara en cada sueño. Sentirás su piel desnuda siendo las lonas de tu jubón. 
Tu palabra dada será lo único que te mantenga firme. Sabes de la tierra lo que muchos no sabrán en muchas vidas. A tu corta edad aprendiste muy rápido en los cortados de tu isla. Era preciso que vieras en las nubes, en los vientos, en la luna y el sol todo lo que enseñan a quienes quiere saber. Y tú te alimentaste casi solo de ellos. Algo de leche de tus cabras, briznas de esquejes. Y agua de los riachuelos formaron en ti la sapiencia de la vida.

Ahora llevarás a la práctica, en tierra desconocida, el poco o mucho saber adquirido. Curtirá tu alma, domará tu cuerpo, doblegarás tu entorno y si sigues, tu espíritu aventurero forjado en aquellas quebradas de tu isla, saldrá vencedor de esa isla. Tu voluntad se volverá de acero, tu temple será el más tenaz nunca creado. Ganarás la batalla de la vida. Y si maese Luis de Calatrava, a su vez contramaestre de la Buenaventura, cumple a su vez la palabra, ya no encontrará al niño grumete sino al hombre que ahora llevas dentro. Tu aventura es tu vida. Y hasta tu muerte así será.


                         Relato en mi SÉPTIMO libro en la Editorial Letras con Arte 

viernes, 10 de octubre de 2014

Tu alma está excitada


Tengo ya una vida hecha, madura, fuerte. He luchado y lucho por ser valiente, por ser independiente, que no dependa de nada ni de nadie. Salgo adelante solucionando mis problemas, arreglando mis asuntos, he roto los muros que tapaban mi vida, u ahora ando con fuerza y autosuficiencia.
Pero mis cimiento forjados en estas realidades se conmueven al verlo, mis miedos anteriores se presentan como fantasmas de mis indecisiones de juventud, mi intimidad se desmorona, y mis agobios rezuman por mis poros.
Y cada vez que estoy junto a él me siento bien, me da fuerza, confianza, seguridad. Sé que no busca otra cosa que yo sea su centro en su vida, no algo pasdajero.
Mis prisas las trasmito y mis ansiedades también, los tiempos se aceleran y las pausas dejan de existir. Y estas situaciones son las que no dejan que prospere, que adelante, que lleve a situaciones de paz y tranquilidad
………………………………….
Se pierde mucho en una relación, tu intimidad, tu soledad asumida, parte de tu libertad. Pero ganas felicidades y lo sabes, lo notas, lo sientes. Y desde el principio cuanto más claro le expliques las cosas mejor para los dos. Comprenderá tus miedos, tus ansiedades, tus agobios. El solo quiere hacer lo máximo que él cree por ti. No tengas dudas que es su interés. Pero tanto, tanto que al final se pasa.
Busca sus sentimientos y no los hechos y sus palabras. Quizá sus preocupaciones por ti es para demostrar algo que no debe hacerlo de esa forma. Hablarlo, explicarlo, contarlo.
En cierto modo abriste la puerta para que entrara en la tuya, pregúntate porque?, ¿tiene todo lo que te falta?, ¿no se parece en nada a relaciones anteriores?, ¿te sientes bien, te hace feliz? Tu intuición no te fallará, incluso en los silencios sabrás que pasa.

Tu cabeza dejó de ser fría, tu corazón dejó de latir al ritmo normal, tu alma está excitada. Las ilusiones, las esperanzas siguen alterando tu vida. Saldrá bien?. Date tu tiempo, y dáselo a él. Déjalo bien claro. El tiempo nos coloca a cada uno en su sitio y seguramente os colocará a los dos juntos en el mismo sitio. Las vidas en común tienen todo lo bueno de cada uno y solo lo malo que queramos dejar que exista. Cuanto menos malo exista mejor. Ceder antes que imponer, convencer antes que mandar. Y amar hasta que dejes de sentirte bien haciéndolo.

lunes, 6 de octubre de 2014

A Pablo Neruda



Vienes entera, alta y altiva,
Das todo lo que llevas,
tienes más que dar que recibir
Florecen arboles donde hay juncos
Haces que mi noche se encienda de estrellas
Y renazca el niño que siempre hubo
Bebo de tu cuerpo y vivo de tus ojos
Brillas como Venus, das luz como el sol
Aunque no estás, dura es la vida
El dolor es venganza
Que no sacia mi ansia.


Seleccionado en el libro concurso de poesía,

Homenaje a Pablo Neruda Editorial Artgerust

Ni recuerdos




Nunca pensé que no estarías en mi vida
Ni imaginé un solo día sin pensar en ti
Los sueños de ambiciones me los creabas tú
La ganas de vivir eran tus energías
Mi cara era una sonrisa continua
Cada momento que tu imagen aparecía
Dejaron las ilusiones por llegar
Y los pasos por acercar
Ahora solo eres un recuerdo escrito
Un recuerdo clavado en el corazón
Y aunque sigues ahí, puedo vivir sin ti
Ahora solo eres un silencio
Que me hace volver a mirar por mi


miércoles, 1 de octubre de 2014

Virginidad



Nada hay como tu tocar tu intimidad
la dolencia ni es excusa
La sabiduría es madurez
Deja que veas como sientes
Entiende como cambias
Tus sitios clausurados
Serán abiertos con la llave de tu amor
Fuego y ardor sientes en tu cuerpo
No dejes pasar el momento
No hagas tus locuras
Vive tus sueños
Y siente tu nueva vida
Vive, créate,
se mujer,
se tú dueña

Eres libre. 

Excitas



Arde mi boca,
sufre mi cuello,
abrasa mi pecho,
calienta mi sexo,
calla tu boca,
deja tu aliento,
deja el misterio.

Hazte sentir y siénteme.
Deja tu verbo y calla tu cuerpo,
solo quiero sentir
que me llenes por dentro 

Lléname



Ni tardes en llegar.
A susurrar tus amores en ni oreja
Deseos de amor presiento
Llena mis labios de pasión
Y deja de perderte en otras pieles
Aquí tienes mis pezones duros
Esperando tus dientes
No hace falta la noche sin luz
Vuelve la luna para que me llenes
Lloras lágrimas entre mis piernas
Dame tu deseo, que tu deseo soy yo
Viste mi cuerpo con tu desnudez
Y no llenes de palabras mi corazón
No me hacen falta

Solo tú 

Napoleon




Y dice que no se lava
Y le digo que no se lave
Que ya lo dijo Napoleón,
Josefina no te bañes  
Con lo rico que esta sin lavar
Para que lavar si lo bueno es amor
No es necesario el olor
Cuando el amor
Es lo mejor
Del sexo con pasión

Y qué más da el sabor

Tu mismo



Harta me tienes de tus silencios,
Llena me tienes de tus angustias
Tus miedos me llenan
Tus congojas dan pánico

Tus prepotencias me asustaban
Tu gritos temo
Tus ausencias preocupan
Y tus falsedades descubro

Ahí te quedas
Ahí te dejo
Grita tus miedos
Chilla tus pánicos

Se infeliz
Se tu mismo
Que nadie te salvará

Que tú mismo