viernes, 15 de mayo de 2015

Cristina



Ayer tarde estuve con mi médica más de dos horas en su consulta. Trabajo perfecto.
Al salir paseando con tranquilidad, iba meditando acerca de todo lo que me había hecho. Y la verdad, de medicina mucho, claro, pero también vi muchas más profesiones, a cada cual más importante.
Arquitecta, hizo un proyecto de reconstrucción importante. Ingeniera, utilizaba unas herramientas de altísima precisión que necesitaban de esos conocimientos. Oficial de primera en la construcción, una argamasa para unir los distintos materiales que utilizaba. Escultora, modeló a la perfección aquella obra de arte, con el resultado deseado. Modista de alta costura, sus puntadas certeras y precisas, remataron aquel diseño de ensueño. Mejor terapeuta, dejando que sus palabras y manos relajaran por completo mi mente.
Su voz melodiosa y aterciopelada solo hacía relajar el momento de tensión cómo si del concierto de mi cantante favorito fuera.
Mis pasos eran lentos y cadenciosos. Me llevaban a sentir un estado anormal después de una anestesia de dos horas, extraer una muela, quitar un puente, y coser su emplazamiento. 

Bien, muy bien Cristina por ser mi mejor odontóloga. Gracias

jueves, 14 de mayo de 2015

La vida Gris



En los días grises de lluvia, te revelas por la angustia, el ahogo de tu alma y ves el fin de tu vida en tus ojos yermos.
Tus manos arrugadas de nieblas sin luz, tu piel blanca de amaneceres negros, cuerpo corvado del peso de toda una existencia.
Noche larga de vela continua, almohada mojada de sudores fríos, sueños despiertos de tinieblas llenos.
La espera de la luz no llega, el aire se hace pastoso, el silencio avanza lento pero continuo, la ansiedad es total.
Más mi cabeza se alía con mi alma, mi corazón con mi amor, siento que dentro se remueve mi espíritu, y algún atisbo de esperanza inicia un paso tras otro.
No hay luna que dure un día, ni jornada cinérea que una vida sea. Dentro de mí, mis gritos aúllan. Sol sal. Viento sal. Luz sal. Vida sal.

Resiste, ya llega. Vive.