sábado, 6 de febrero de 2016

Gracias a la Vida



Nunca le he dado las gracias con tanta fuerza como cuando entró el otoño en mi vida.
Dejé con rapidez la nostalgia de la primavera para asirme con fuerza a este nuevo cambio de la vida. Los rubores, los calores, las inseguridades dejaron paso a la sensatez, a la paciencia, a la serenidad y sí, a la experiencia que lo doma todo con la justa batuta del tiempo.
Gracias de verdad a la Vida, que ha sido tan fuerte y frívola que me ha jugado la falsa pasada de perderla y reencontrarla.

Vista desde este altozano solo espero al frío invierno con sus delicias de locura. Las hojas del diario pasando con más rapidez de la deseada, pero con la tranquilidad de que la almohada duerme n paz a mi lado. No vivo de los recuerdos, pero los recuerdos si están en mi camino acompañándome. Me hacen estar cómodo, me hacen sentir que lo ya vivido es solo una mueca de las cosas que podían haber ocurrido y no lo hicieron. Ahora esa Reina, si me deja reír a carcajadas con la paz del espejo que refleja mi faz llena de dulces cicatrices.

Gracias a la Vida siempre
A mi amigo Patxi